Obviamente, hay mucho que decir de cada una de estas variables, e incluso podríamos añadir alguna más (hablaremos ampliamente de cada una de ellas más adelante). Pero lo realmente importante de todo esto es la definición del funcionamiento psicológico, el punto de partida sobre el qué trabajar. Es decir, ¿qué entendemos realmente por funcionamiento psicológico?
Muchas cosas de las que hacemos influyen en estas variables. Cada uno desde su rol (entrenador, preparador físico, jugador, fisioterapeuta, médico, psicólogo del deporte…) tiene una responsabilidad ya que está influyendo en cada uno de estos aspectos que marcan el funcionamiento psicológico de cada jugador y la pareja (equipo) en su conjunto.
El punto de partida sobre el que basamos el trabajo psicológico es fundamental para lograr éxito en esta parcela. A partir de ahí, nos damos cuenta de cómo influimos en estas variables, y de qué manera las estrategias psicológicas (e incluso de “otro tipo”) marcan el funcionamiento mental de los jugadores.